Propiedad intelectual: guía práctica para entender su funcionamiento y sus desafíos

Lamparita dibujada sobre un papel, como metáfora de una idea

¿Por qué es importante la propiedad intelectual?

Vivimos en una era en la que las ideas, las creaciones intelectuales y los activos intangibles tienen un valor significativo o incluso mayor que los bienes materiales.

En este contexto, la propiedad intelectual se ha convertido en un actor clave de la economía global, del desarrollo tecnológico y cultural, y sin olvidarnos de que implica la protección jurídica de innovadores y creadores.

Desde ya que la propiedad intelectual no es un concepto abstracto ni reservado a grandes corporaciones: afecta y atraviesa la vida cotidiana de emprendedores, escritores, artistas, diseñadores, programadores, investigadores y empresas de todos los tamaños. Desde una poesía hasta una marca, desde un algoritmo hasta un diseño industrial, la propiedad intelectual protege los frutos del ingenio humano, y de esta manera fomenta la innovación y asegura las condiciones de competencia real.

Pero así como implica todo lo anterior, no debemos olvidar que se trata de una materia técnica, que posee reglas, plazos y genera además conflictos. Comprender cómo funciona, qué derechos comprende, qué leyes la regulan y cómo actuar ante una infracción resulta esencial para quien pretenda crear, invertir o comercializar en un entorno competitivo.

Objetivo del presente

El presente artículo tiene como objetivo ser una guía práctica e introductoria al régimen de la propiedad intelectual en la Argentina. La idea ha sido darle un enfoque dinámico y funcional: explicar con claridad qué comprende la propiedad intelectual, cómo se adquieren y ejercen los derechos, qué marco legal les aplica, qué jurisdicciones son competentes ante disputas y cuáles son los principales desafíos actuales.

Se trata, en definitiva, de ofrecer una herramienta accesible y actualizada para quienes buscan entender, aplicar o defender los derechos de propiedad intelectual en un mundo cada vez más digital e interconectado.

¿Qué es la propiedad intelectual?

La propiedad intelectual es el conjunto de normas jurídicas que reconocen y protegen los derechos sobre las creaciones del intelecto humano. A diferencia de los bienes materiales, los objetos protegidos por la propiedad intelectual -una obra literaria, una invención, una marca- son intangibles, pero no por eso carecen de valor: muchas veces, constituyen los activos más importantes de una persona o una empresa.

La propiedad intelectual comprende dos grandes ramas: el derecho de autor y derechos conexos, por un lado, y la propiedad industrial, por otro.

El derecho de autor

Protege las obras originales de carácter literario, artístico o científico, lo que incluye libros, artículos, obras musicales, pinturas, esculturas, películas, fotografías, programas de software, bases de datos, entre otros.

La protección se otorga desde el momento mismo de la creación, sin necesidad de registro, aunque claramente es de utilidad el mismo en caso de un reclamo de autoría. El autor posee derechos morales (como el derecho al reconocimiento de la autoría o a la integridad de la obra) y patrimoniales (como el derecho exclusivo de reproducción, distribución o comunicación pública).

A su vez, los derechos conexos reconocen la labor de quienes, sin ser autores, intervienen en la divulgación y puesta a disposición de las obras, como ser: artistas, intérpretes y productores de fonogramas.

En la Argentina, el régimen se encuentra regulado principalmente por la ley 11723, sin dejar de tener en cuenta la jurisprudencia existente en la materia.

Propiedad Industrial

Por otro lado, nos encontramos con la propiedad industrial, que protege los signos distintivos y las innovaciones técnicas que tienen aplicación en el comercio o en la industria. Entre sus principales figuras se destacan:

Las marcas: signos que distinguen productos o servicios en el mercado. Pueden ser denominaciones, logotipos, combinaciones de colores, sonidos, etc.
Las patentes de invención: protegen soluciones técnicas nuevas, inventivas y susceptibles de aplicación industrial. Confieren un derecho exclusivo por un tiempo determinado (veinte años desde la solicitud).
Los modelos y diseños industriales: protegen la forma estética externa de productos industriales.
Los modelos de utilidad: invenciones de menor nivel inventivo pero con valor técnico y funcional.

En el presente artículo, al igual que como sostuvo Satanowsky, la idea es abarcar las obras intelectuales y no las marcas e invenciones que, como él decía, son campos más vinculados con la técnica que con el espíritu.

Los derechos de propiedad intelectual o derechos de autor, según Emery, son aquellos que se conceden al autor sobre su obra, originados en su labor creativa, al expresar con originalidad el fruto de su espíritu o de una colaboración intelectual en una obra artística, literaria o científica.

Asimismo, Satanowsky sostenía “que el derecho intelectual tiene como objeto fundamental la ‘obra intelectual’ y como sujeto amparado al ‘autor’ de esa obra … Se considera obra intelectual a toda expresión personal perceptible original y novedosa de la inteligencia, resultado de la actividad del espíritu, que tenga individualidad, que sea completa y unitaria, que represente o signifique algo, que sea una creación integral…”.

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Fuente: errepar+
Photo by AbsolutVision on Unsplash

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