El fin de la fase cálida del fenómeno ENSO (El niño) dejó (como debe ser), lluvias por todas partes y un perfil de suelo cargado de agua, cosa que complica un poco la cosecha de gruesa en algunas zonas, pero permite pensar en un muy buen comienzo de “la fina” por otro. Y es que no sólo marzo dejó buenas precipitaciones, también el mes de abril nos tapó de agua los primeros días.
Así que ahora, es cuestión de que pueda ser aprovechada de la forma más eficiente posible por nuestras producciones. En las próximas líneas y acompañados de figuras que ayudarán a comprender la dimensión de lo ocurrido durante el pasado mes, haremos un recorrido de lo que dejó marzo en términos (agro) meteorológicos y qué se viene para los próximos meses, pudiendo esto ayudar a prever un poco nuestra actividad.
Figura 1. Precipitación acumulada medida durante marzo 2024 (PP ac, mm).
Fuente: Red pluviométrica de Caburé.
La precipitación acumulada durante el mes de marzo, superó los valores normales de precipitación (en el este del país), con algunos puntos destacados como Gualeguaychú (Entre Ríos) donde el acumulado en este período fue de 505 mm (Figura 1). Y es allí mismo donde se dio la mayor cantidad de días con precipitación superior a 10 mm (9 días); con 4 de esos días una precipitación superior a 50 mm. Sin embargo, de la extensa red de estaciones pluviométricas con las que cuenta Caburé (www.cabure.com.ar) se obtuvo que, en marzo, sólo el 16% de las estaciones meteorológicas (unos 120 puntos de medición) tuvieron una precipitación acumulada mayor a 100 mm.
Figura 2. Agua útil en la capa arable del suelo (%) al 16 de abril de 2024.
Fuente: Instituto de Clima y Agua. SMN-INTA-FAUBA
Pero ya hemos transitado varios días del mes de abril y como se mencionó en las primeras líneas, este mes comenzó con abundantes precipitaciones, que permitieron no sólo incrementar los niveles de agua en el suelo en los primeros centímetros del mismo (capa arable; Figura 1) sino también recargarlo en profundidad (Figura 3), que es porción donde está el agua que realmente es aprovechada por los cultivos y que no está fácilmente sujeta a la evaporación directa. Así, los niveles de agua en el suelo son abundantes (más del 70% AU) en prácticamente toda la región pampeana, significando muy buenos niveles hídricos para la campaña que se avecina. Si bien aún no está finalizada la cosecha de los cultivos de gruesa, es poco probable que se pierda agua en exceso durante las próximas semanas (las temperaturas ya están disminuyendo), con lo cual la campaña de cultivos de fina tendrá buenos niveles iniciales de agua en el suelo.
Figura 3. Agua útil en el suelo (%) al 16 de abril de 2024.
Fuente: Instituto de Clima y Agua. SMN-INTA-FAUBA
Esta “foto” actual del agua en el suelo junto a los pronósticos a largo plazo, nos permitirán realizar un correcto análisis para tomar las mejores decisiones en nuestro sistema productivo. Como la evolución del nivel de agua en el suelo puede ser estimada a partir de un balance entre la “demanda” (de la atmósfera o del cultivo una vez implantado) y la “oferta” de agua (precipitaciones), conociendo cuál es la tendencia a largo plazo (más allá de los 30 días) de las variables determinantes, puede predecirse de forma aproximada su comportamiento.
Figura 4. Pronóstico trimestral de temperatura media para el trimestre abril-mayo-junio. Indica mayor probabilidad de ocurrencia de una categoría. Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, 3 de abril de 2024.
Con distintos niveles de probabilidad de ocurrencia, el pronóstico trimestral elaborado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ayuda a dilucidar cómo serán las condiciones de oferta (precipitaciones) y demanda (evapotranspiración, determinada en parte por la temperatura del aire) que hacen al balance de agua en el suelo, durante los próximos meses. El pronóstico trimestral del SMN para el trimestre abril-mayo-junio indica (i) mayor probabilidad (45-50%) de tener temperatura media por encima de lo normal en la región del NOA, norte del Litoral y sur de la Patagonia; (ii) normal (>=40%) en las provincias de Cuyo, Córdoba, sur del Litoral y este de Buenos Aires y (iii) inferior a lo normal (40-45%) sobre La Pampa y oeste de Buenos Aires (Figura 4). Esto significa que donde tenemos mayor probabilidad de tener temperatura media por encima de lo normal, la temperatura media del trimestre sería al menos 0,5 °C mayor a los valores de temperatura media que observamos en la Figura 5.
Figura 5. Mapa de temperatura media del trimestre abril-mayo-junio.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, 3 de abril de 2024.
Por lo tanto, como gran parte de la demanda atmosférica está asociada a la temperatura, es esperable que la evapotranspiración acumulada en este período sea normal en toda la región pampeana y no se “pierda” más agua de lo normal, es decir que las reservas de agua podrían mantenerse por un buen tiempo.
Figura 6. Pronóstico trimestral de precipitación acumulada para el trimestre abril-mayo-junio. Indica mayor probabilidad de ocurrencia de una categoría. Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, 3 de abril de 2024.
Por otro lado las precipitaciones acumuladas para el trimestre abril-mayo-junio tienen (i) mayor probabilidad de estar dentro del rango normal (>=40%) sobre el sur del Litoral, Santa Fé, Córdoba, este de San Luis, La Pampa y oeste de Buenos Aires; (ii) mayor probabilidad de ser normal o inferior a lo normal (40-45%) en la región del Norte, NOA, Cuyo, en el este de Buenos Aires y hacia el este y sur de Patagonia y (iii) mayor probabilidad de estar por debajo de lo normal (45-50%) en el oeste de la Patagonia (Figura 6). Es decir que para el este de la Provincia de Buenos Aires por ejemplo, se esperan menos de entre 200 y 150 mm acumulados (Figura 7).
Figura 7. Mapa de límite inferior del rango normal de precipitaciones (implica que donde las anomalías sean negativas, los valores de precipitación acumulada serían inferiores a estos límites) acumuladas en el trimestre abril-mayo-junio.
Fuente: Servicio Meteorológico Nacional: Pronóstico Climático Trimestral, 3 de abril de 2024.
Con respecto a la actualización del fenómeno ENSO (El Niño South Oscilation) que en gran parte de nuestro territorio tiene un determinado impacto sobre las precipitaciones, hemos finalizado la fase cálida del evento y ahora estaríamos en una fase neutral “de transición”, ya que los modelos apuntan que rápidamente en los próximos meses se iniciaría una nueva fase fría del evento (es decir, “La niña”; Figura 8). El Niño se fue dejándonos buenas reservas de agua y si bien se espera que se inicie una fase fría, muchos organismos coinciden que los océanos han alcanzado temperaturas extremas que generan cierta incertidumbre (¡más de lo habitual!) en cuanto a los resultados que los modelos de predicción arrojan.
Figura 8. Pronóstico probabilístico del fenómeno ENSO producido en base a CPC NOAA. 15 de abril de 2024 https://iri.columbia.edu/
En resumen
Entre idas y vueltas, el fenómeno ENSO de esta campaña agrícola (“el Niño”) se fue dejando precipitaciones que permitieron dejar un muy buen nivel de agua en el suelo en gran parte del país. Si es que otros forzantes atmosféricos que interaccionan con este evento lo permiten, iniciaría la campaña 24/25 bajo la influencia de “La niña”. Si bien este evento puede asegurarnos menor humedad en la atmósfera y menor cantidad de eventos de lluvia en algunas regiones, no quiere decir que no existan precipitaciones próximamente.
El pronóstico trimestral del SMN, indica que en el mediano plazo habría precipitaciones por debajo de lo normal en una gran parte de la región pampeana pero como indicamos, la humedad en el suelo no sería una limitante para el incio de una nueva campaña agrícola. Utilizar la agrometeorología como una herramienta más que permita maximizar el uso del agua, haciendo economía del recurso hídrico es siempre clave. Como siempre, recomiendo hacer monitoreo de las condiciones actuales, analizar los pronósticos (a mediano y corto plazo) y recopilar DATOS para la construcción de estadísticas que ayuden a tomar las mejores decisiones.
Este artículo muestra un pantallazo general de lo que puede ocurrir y debe seguir ajustándose a medida que la campaña avance, contando con mayor certeza en los indicadores. En una escala temporal menor (por ejemplo, mensual) podría ocurrir que llueva más de lo que el pronóstico trimestral indica por lo que estemos atentos a los pronósticos de corto plazo (7-15 días). La atmósfera es caótica y dinámica y las previsiones climáticas que acá presentamos se refieren a condiciones medias durante el periodo analizado, por lo tanto, no contemplan la ocurrencia de eventos puntuales tanto en la escala intra-estacional como en una escala menor a la regional.
– – – – – – – – – – – – – – – –
Fuente: Horizonte A
Photo by Mathis Mauprivez on Unsplash